La Inteligencia Artificial en el Derecho, usos y aplicaciones

Antes de abordar de qué se trata la Inteligencia Artificial, dado lo abrumador del concepto, señalamos algunos conceptos base. 

Según la Real Academia Española, la inteligencia proviene del latín intelligentia, que significa la capacidad de entender o comprender y también la capacidad de resolver problemas, independientemente de que sea humana o no, es decir, del sujeto inteligente.

Dado que la inteligencia está abstraída de la humanidad como condición de su existencia, más allá de la inteligencia humana, es posible la concepción de una inteligencia artificial hecha por mano o arte del hombre, es decir, no natural y producida por el ingenio humano, o un grupo de humanos.

Desde un ángulo informático, la inteligencia artificial (IA) , es una disciplina científica que se ocupa de crear programas informáticos que ejecutan operaciones comparables a las que realiza la mente humana, como el aprendizaje o el razonamiento lógico.    En otras palabras, podemos decir que la Inteligencia artificial se refiere a sistemas informatizados que realizan tareas que normalmente requieren inteligencia humana, utilizando sistemas automatizados de toma de decisiones.

La inteligencia artificial es, en la base, el intento de replicar la inteligencia humana en máquinas. Varios sistemas de inteligencia artificial ya son mejores que los humanos para resolver tipos particulares de problemas. En este sentido Sundar Pichai, líder de Google, señala que la inteligencia artificial supondrá un cambio "más profundo que el fuego, la electricidad o internet".  [1]

Algunos ejemplos usos y aplicaciones de inteligencia artificial relacionadas al Derecho son:

1. Conseguir un trabajo.  La IA filtra hojas de vida y curriculums en sistemas informáticos de bolsas de trabajo, estos sistemas no siempre realizan este trabajo de forma objetiva, por lo que a nivel jurídico se debate la neutralidad de los algoritmos que se utilizan en ésta labor.
   
   
2. La obtención de préstamos.  El análisis no sólo de comportamiento crediticio habitual sino también de perfiles de redes sociales podrían determinar la obtención de un préstamo en el sistema financiero.
   
   
3. La obtención de un seguro médico.  En el estado de Tennessee, el proveedor de seguro médico Blue Cross y la firma tecnológica Fuzzy Logix anunciaron la creación de un algoritmo que analizaba nada menos que 742 variables para evaluar el riesgo de abuso e identificar posibles adictos. [2]
   
   
4. Evaluación del riesgo criminal.  Se trata de algoritmos - programas de computación - desarrollados con la finalidad de evaluar a perfiles delincuencias.  Ejemplo es el software COMPAS (Correctional Offender Management Profiling for Alternative Sanctions), herramienta de administración de casos y soporte de decisiones desarrollada utilizada por los tribunales de Estados Unidos para evaluar la probabilidad de que un acusado se convierta en reincidente;  ha sido utilizado en Nueva York, Wisconsin, California, el condado de Broward en Florida y otras jurisdicciones [3]. 
   
   
5. Herramientas de Legaltech (Informática Jurídica).  La Inteligencia Artificial también se utiliza para optimizar y hacer más eficiente y productivo el ejercicio jurídico profesional, para lograr este propósito se utiliza software avanzado como el que desarrollamos constantemente en Derechoteca y que está a disposición de abogados y profesionales afines al Derecho - D-Suite Individual o D-Suite Business -. 

De acuerdo a Brent D. Mittlestadt, en su texto The Ethics of Algorithms: Mapping the Debate, la posibilidad de obtener financiamiento y seguros o la probabilidad de un posible delito son solo algunos ejemplos de las respuestas eficientes que pueden brindar los sistemas automatizados de toma de decisiones y de cómo dichas tecnologías pueden afectar la autonomía de las personas. 

Tarleton Gillespie - The Relevance of Algorithms - señala que a primera vista, los algoritmos parecen tecnologías neutrales que procesan información que pueden conducir a una nueva comprensión de la realidad y predecir dinámicas futuras. Técnicamente, los algoritmos, incluidas las tecnologías de inteligencia artificial, son sólo métodos para expresar resultados basados ​​en entradas compuestas de datos.  

Como podemos analizar la IA está relacionada al Derecho, los usos y aplicaciones son objetivos y propios de una sociedad digital de los algoritmos desarrollados por personas.